Valladolid Letraherido acoge la presentación de la nueva novela de Rubén Abella (Valladolid, 1967), Ictus, que ha sido editada por el sello palentino Menoscuarto en su colección de narrativa española. La presentación tendrá lugar en la Sala “Francisco de Cossío” de la Casa Revilla, el sábado 20 de marzo de 2021, a las 12:30 horas. La entrada será libre hasta completar el aforo de la sala (32 pas.). El acto será retransmitido en directo por internet a través del Facebook de la Casa de Zorrilla.
Ensutinta ha recabado del autor algunas declaraciones sobre la obra.
¿Qué es lo más gratificante de haber escrito y publicado Ictus?
Lo más gratificante de escribir un libro es acabarlo y sentir que el resultado se acerca a lo que pretendías hacer cuando lo empezaste. La satisfacción que se siente es íntima y, al menos en mi caso, bastante duradera. Publicar es un salto sin red desde la esfera privada a la pública. Si hay suerte, significa constatar que lo que tiene sentido y belleza para ti también lo tiene para otras personas. Esa coincidencia raya en lo milagroso y sólo es posible gracias a las editoriales. Estoy muy agradecido a la editorial Menoscuarto por haberme acompañado en esta aventura.
¿Qué representa Ictus en el conjunto de tu obra?
Quiero pensar que es un avance, un paso más hacia esa novela perfecta que nunca lograré escribir. Lejos de desanimarme, esa sospecha —la de la perfección inalcanzable— me impulsa a seguir tejiendo ficciones
Enumera tres atractivos de la lectura de Ictus.
Quizás esta pregunta corresponda contestarla a los lectores. Yo sólo puedo ofrecer algunas pistas. Los protagonistas de Ictus son gente normal, como tú y como yo, que luchan por ser felices pese a las heridas que les inflige la vida. En este sentido, la novela es un espejo en el que muchos lectores podrán verse reflejados. Como autor me esfuerzo mucho en que el lenguaje sea cristalino. Busco la pureza en la forma y la complejidad en el mensaje. Escribo, como decía Delibes, con las palabras que son. Puede que esto resulte atractivo a los que se acerquen a Ictus. Y quienes ya la han leído me dicen que la trama es ágil y se lee prácticamente de un tirón.