Baruc es un joven de quince años que sale a pescar en una calurosa mañana de verano. La pesca le tiene tan ensimismado que se entretiene y llega tarde a comer, con el consiguiente enfado de su madre, bofetada incluida. La discusión hace que Baruc se fugue de casa durante dos días, dos días que se hacen eternos para todos los miembros de su familia.
Lo que ocurre en estos días y lo que esto implica para todos los personajes es el argumento de Baruc en el río, la tercera novela del escritor vallisoletano Rubén Abella, después de La sombra del escapista (200), El libro del amor esquivo (2009) y la recopilación de microrelatos Los ojos de los peces (2011).
Narrada por el hermano pequeño de Baruc treinta años después de lo sucedido, la obra resalta la importancia de la memoria. Además de ésta, el amor, la familia, la culpa y la pérdida de la inocencia destacan como temas principales.
Baruc en el río, se presentó el pasado octubre y está ambientado en el Valladolid de la década de los ochenta. Un Valladolid que, según el propio autor, solo será reconocido por los lectores autóctonos.