El viernes, 7 de marzo de 2014, a las 20,00 horas, en la Sala Narciso Alonso Cortés de la Casa de Zorrilla tendrá lugar el recital que lleva por título “Rain Dogs” con el que ocho jovencísimos autores deleitarán al público asistente, en gran parte amigos y compañeros de las distintas facultades donde estudian los miembros de este recital.
“Rain Dogs” es una formación poético-literaria de jóvenes autores que habitualmente escriben sus poemas o textos literarios en su blog que lleva como título el mismo nombre al que hace referencia el recital, “RAIN DOGS”, Perros de Lluvia, un nombre que han sajonizado, porque ellos son ciudadanos del mundo.
A su edad el anfitrión de esta casa, José Zorrilla, también se alió con otros poetas para compartir sus versos, sus ideas, las sensaciones que despertaban en ellos otros literatos consagrados, la sociedad o la política, y bajo el nombre La partida del trueno, también salió a quemar Madrid, que es donde entonces vivía, a raíz de su escapada de Valladolid. De la misma manera se reunía en el Parnasillo del Cafetín del Príncipe que era la tertulia formada por un puñado de románticos. Aquellas tertulias literarias donde se mostraba lo que cada uno escribía, constituía, salvando las distancias, lo que en este blog de Internet hacen estos ocho poetas. Tenía la misma finalidad e intervenía la misma tipología de gente en cada arquetipo de tertulia.
Rain Dogs, que así se llama el recital, está formado por Aitor Parra, Alberto Martín, Daniel Rodríguez, Enrique Zamorano, Irene Dewit, Lucía Vázquez, Noelia Toribio y Pablo Milano.
Todos ellos hacen una literatura fresca, espontánea, contradictoria, cargada de utopía, sexo, desesperanza y con un cierto aire trágico de la vida. Salvo alguna rara excepción, casi todos caminan hacia el surrealismo poético.
El recital y todos sus autores serán presentados por Ángela Hernández, responsable de Programación de la Casa de Zorrilla. La entrada será libre hasta completar el aforo.
Aitor Parra, vallisoletano, con 21 años, tras hacer la selectividad, no dio el salto universitario porque la universidad le parece un timo. Un tipo que trata de ocultar su sensibilidad, con la dureza de sus textos, plenos de lucidez y de un espíritu desvalido que él esconde tras sus versos llenos de realismo un tanto trágico. Entre sus poemas destacan El viejo de la cabeza rotatoria, No tan mal y Algo más.
Alberto Martín, vallisoletano, tiene 22 años y estudia Filosofía en la Universidad de Valladolid. En el 2007 crea su compañía de teatro LAS DOS MÁSCARAS, ha ganado el Premio Sarmiento y Juan de Baños en 2008. Tiene en su haber un poemario, Martín Dellaire, un ensayo, La revolución de los sentimientos racionales, y otra obra, Eromaquia, que derivará en su próximo poemario Idola Lovo. Como joven que es, en su poema Poetas de la nueva corriente vertiginosa reivindica nuevas formas poesía, esquivando a los poetas consagrados. Está claro que a Alberto le gusta el riesgo.
Daniel Rodríguez, vallisoletano, de 20 años, se hace llamar Daniel Nuwanda y estudia Filosofía en Salamanca donde reside en la actualidad. Su primer relato lo escribió a la edad de 11 años. Ha sido ganador del IV Certamen literario juvenil “Corazones de la Mancha” en 2012, participa en el movimiento asociativo y asambleario de la universidad y tiene un fuerte compromiso político y social. En 2013 creó el blog que lleva por título “El Diletante Tunante” y cuenta con dos obras, Primeros poemas y Antípodas y Ojalá encuentres un tucán con claras connotaciones trokistas. Su escritura, reivindicativa, ácrata y surrealista, conforma el panorama de un pensamiento de 20 años en plena ebullición.
Enrique Zamorano, vallisoletano, 21 años, estudiante de Periodismo en la Universidad de Valladolid, además de la escritura, su pasión es la música en la que se halla inmerso desde una edad muy temprana. Ha formado parte de la banda de rock Love In Veins, en la actualidad lo hace en el grupo de rock experimental River Together. Ha ganado el IV concurso de relatos Martín Garzo, el primer premio de Poesía Versátil de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid, quedando finalista en el premio de relatos Camilo José Cela de la Complutense de Madrid. Ha publicado un relato, Verónica Dice, en la antología de escritores jóvenes, como resultado de obtener el segundo premio del concurso “El País de la Gominola”. Tiene en su haber dos poemarios Historia del relámpago, del año 2011, y Permanece angustiado, del 2013. En la actualidad escribe Las invasiones y El día en que Lou Reed murió. También ha escrito una novela, Últimas carreras por los subterráneos. Hace una poesía, que sin llegar al surrealismo, toca todas las teclas de la realidad imaginaria e irracional con grandes dosis de ternura y de dureza truculenta.
Irene Dewit es en realidad Irene Enríquez, vallisoletana, 21 años, estudiante de Logopedia en la Universidad de Valladolid, compagina sus estudios con la música. Sus gustos literarios van del simbolismo al surrealismo, pasando por la estética del decadentismo. Ha resultado finalista en varios de los concursos literarios en los que ha participado. Ha publicado su primer poema en el libro “Cincuenta < 20”, Quintos premios nacionales para jóvenes escritores “Pedro Jiménez Montoya”, en el año 2011. Obtiene el primer premio nacional de poesía de “Los mejores de Aula” del suplemento del periódico El Mundo, en 2012. Tiene en su haber multitud de poemas escritos y en la actualidad está inmersa en la prosa poética. Su poesía tiene un aire de desamparo que lleva a veces a pensar en lo inerme, en lo no cumplido, pero también en la posibilidad de que todo resuelva, tal vez el deseo de esto mismo es lo que prima.
Lucía Vázquez, vallisoletana, 19 años, estudiante de Bellas Artes en Bilbao, ciudad en la que actualmente reside, dice que es el momento de mostrar al mundo su potencial de escritora. El dibujo y la pintura constituyen su pasión, que unida a la de la escritura, ayudan a sacar a flote su capacidad para fantasear. Dice que tiene un gato y que está pensando nombres para los próximos 37. A juzgar por las 7 vidas que se le atribuyen a los gatos, Lucía, con este aserto demuestra su optimismo. Sin embargo, sus textos, lejos de esta ingenua ilusión, desprenden un cierto desamparo. Ha escrito la tetralogía Vientos de Lacrysia, que comenzó a la edad de 15 años.
Noelia Toribio, vallisoletana, 20 años, estudiante de Periodismo en la Universidad de Valladolid, comenzó bien pronto a escribir, a los 12 años, cuando tras la cubierta de un libro comenzó a encontrar un universo maravilloso y literario. Ha participado en concursos literarios, en unos con más suerte y en otros con menos. Ha escrito 34 poemas y 8 relatos, a los que hay que añadir una novela de corte fantástico titulada Los guardianes de perlas. Habitualmente escribe en su blog personal “Un mundo para soñar”. Su poética es de verso libre con una ligera tendencia al romanticismo.
Pablo Milano, nombre por el que se le conoce a Pablo Casquero, es salmantino, tiene 21 años, y dice recibir la inspiración para escribir de su propio microcosmos y de los elementos naturales. Toma contacto con la poesía a una edad muy temprana gracias a su madre, que a través de la poesía de Gloria Fuertes, Lorca y Miguel Hernández hace que la semilla fructifique. Para él también es un referente su tío Manolo Chinato, en quien dice Pablo que ve la poesía personificada. Es autodidacta, comienza a escribir por una necesidad visceral, que hace que salgan a flote sus pensamientos, sensaciones y sentimientos. Se embarca en varios proyectos musicales, su otra gran pasión, y desembarca en el grupo Rockjo, donde pasa 5 años tocando, viajando y disfrutando, aunque antes de esta formación hay otra que fue la pionera para él, Los Matasaurios, un grupo de punk en el que Pablo saca lo más genuino de sí mismo. Paralelamente escribe partituras, textos poéticos y prosa. En su escritura está inmerso tanto lo bucólico como el aspecto político y social más reivindicativo.