Semántica legendaria: de Ubi tu Cayus a tocayo

En la Antigua Roma, al contraer matrimonio, el esposo y la esposa intercambiaban la siguiente fórmula: Ubi tu Cayus, ibi ego Caia (donde tú, Cayo; yo, Caya, donde tú seas señor, yo seré señora). De tu Cayus a tocayo la evolución es evidente. Hoy, para la RAE, “tocayo” es: «Respecto de una persona, otra que tiene su mismo nombre».

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