En la historia de las palabras y las expresiones en español, no todo son orígenes “legendarios” o populares. Por ejemplo, aunque no esté muy de moda, es preciso reconocer un origen “evangélico” a uno de los dichos más manidos de nuestro idioma: “Nadie es profeta en su tierra”. Resulta que esta expresión que tan familiar nos resulta la hemos recogido del Evangelio de San Mateo, en cuyo capítulo 14, versículos 54-58 leemos cómo Jesús comenta a sus discípulos, extrañados de que los vecinos de Nazaret no reconocieran la valía y el valor de uno de sus paisanos: “Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta”.