Una suave brisa estival mecía el aroma del café. Los rayos de sol jugaban a asomarse entre las ramas. Perfume de palabras olvidadas, de mundos perdidos, de almas encontradas. Todo comenzó con una vida en forma de historia, Gloria Rivas Muriel, filóloga y escritora. Un inicio tardío entre la tinta y el papel que no impidió a esta mujer regalarnos sentimientos a través de la poesía.
El escritor Ángel de Castro acompañaba a Gloria en su danza infinita de palabras. Él quiso comenzar con un recurso lingüístico, una analogía entre un momento actual: el lugar que ocupa Grecia en la Unión Europea y un momento del pasado: las discusiones filosóficas que se producían en las ágoras de la Grecia clásica. Todo ello con el objetivo de hacer comprender a los asistentes que se encontraban allí por una razón, que todo tenía un propósito.
Y las palabras comenzaron a volar delicadamente hasta acariciar los oídos de los presentes. En su recital hubo guiños a las estaciones, a la nieve, a Unamuno, al expresidente uruguayo Mújica…
El sueño de una mañana de verano teñida de café y poesía, de palabras y sueños, de esperanzas y anhelos… Así transcurrió el primero de los ‘Los desayunos de la Biblioteca’ en la Casa Zorrilla. Durante las dos próximas semanas, concretamente los días 15 y 22 de julio, tendrán lugar a las 11.30 horas los encuentros literarios restantes.