El Ayuntamiento de Valladolid y la Fundación Joaquín Díaz recuerdan la tradición tipográfica de la ciudad y a sus principales impresores, tipógrafos y litógrafos con la muestra ‘La imprenta en Valladolid. Cinco siglos de tipografía’, que puede verse desde hoy y hasta el próximo 19 de julio en la Casa Revilla.
‘La imprenta en Valladolid. Cinco siglos de tipografía’ es un homenaje a los profesionales que hicieron posible la existencia y el desarrollo de un legado cultural en forma de material impreso desde que la imprenta llega a nuestra ciudad, en el siglo XV, y hasta mediados del pasado siglo, cuando los avances tecnológicos ya anunciaban una revolución en las artes gráficas que pondría un punto y aparte en el arte de la impresión.
La muestra, que reúne casi 200 libros y documentos impresos, puede visitarse en la Casa Revilla de martes a domingo y festivos, en horario de 12 a 14 y de 18.30 a 21.30 horas.
Como ha señalado la concejala, la organización de esta exposición, como a todas las actividades culturales municipales, cuenta con todas las medidas de higiene y seguridad para garantizar la salud de visitantes y trabajadores.
Cinco siglos de imprenta
Organizado en orden cronológico, el recorrido arranca en los orígenes de los talleres de imprenta en Valladolid, localizados en el siglo XV. La implantación de la Real Chancillería, la fundación del Colegio de Santa Cruz o el impulso que vivió la Universidad promovieron el desarrollo de la tipografía en nuestra ciudad durante esa centuria.
La muestra aborda el notable crecimiento de talleres de imprenta en el siglo XVI o el periodo de decadencia en el siglo XVII causado por una normativa de Felipe II que prohibía a los súbditos de la Corona de Castilla publicar fuera de este territorio, y que derivó parte del trabajo a imprentas institucionales, faltas de estudio minucioso. Pasa, asimismo, por la consolidación de las imprentas familiares en el siglo XVIII, con nombres como los Rueda, los Cepeda, los Figueroa, los Riego o los Santander, y por el siglo XIX, cuando se asientan empresas que perdurarían hasta bien entrado el siglo XX, como la Casa Santarén.
A los Santarén hay que añadir los apellidos de Miñón, Aparicio, Pastor, Rodríguez y Cuesta que, unidos a otros más relacionados con el mundo de un incipiente periodismo (como Perillán y Gaviria) o el más especializado de la litografía (Fournier), fueron propagadores de noticias, cultura e ideas políticas, y a los Montero o los Zapatero ya en el siglo XX.
En esta época alcanzan gran popularidad los ‘argumentos’ de Valladolid, de enorme repercusión en el país y que se imprimió principalmente en esta ciudad. Se trata de pequeños cuadernillos que resumían el argumento y destacaban las canciones más célebres de las zarzuelas y óperas chicas, distribuidos a un precio popular, que permitía a los lectores recordar y tararear las obras más notables del momento.
La exposición se detiene a mediados del pasado siglo, a las puertas de una revolución en las artes gráficas que pondría fin a la imprenta tradicional.
Novedades en Casa Revilla
Durante la presentación, Redondo ha anunciado que la Sala Municipal de Exposiciones de la Casa Revilla se dedicará de aquí en adelante a la Literatura.
“Reforzará la trayectoria literaria de Valladolid, como Ciudad literaria que somos”, ha señalado.
Este “nuevo rumbo enlaza con el programa literario Valladolid Letraherido, que comenzó su andadura hace dos años. Ahora, con esta nueva acción, dotamos a la ciudad de sus espacios literarios”, como ya lo es la Casa de Zorrilla.