Roberto González Espinosa nos cuenta cómo conoció a Delibes

Hace muchos años (creo que sobre el setenta y poco), en el programa de fiestas de Sedano insertaron en la primera página un pequeño texto de Miguel Delibes, en el que el escritor aseguraba que Sedano era su pueblo, y hablaba de sus cangrejos, de sus truchas y de sus manzanas.

En la confección del programa, participaba el entonces párroco del pueblo, don José Luis, al cual le había llegado (sin yo saberlo), una copia de una de mis canciones de aquel tiempo y que, ni corto ni perezoso, insertó en la contraportada de aquel programa, tal como pueden comprobar en la foto adjuntada a mi correo. Imagínense mi sorpresa cuando llegó el programa a mis manos y vi mi canción al lado del texto de don Miguel.

Pero también es cierto que me gané el reproche de mi padre, ya que no recuerdo por qué, en la letra de la canción había puesto mi primer apellido como “G.”



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