Una fábula antigua cuenta que, hace muchos muchos siglos, cierto día, las fieras de la jungla consiguieron una muy buena presa y decidieron repartírsela. Durante el reparto, el león, que era el más fuerte, fue alegando diferentes razones para ir adjudicándose las diferentes partes de la misma; hasta que, en el momento de repartirse el último trozo, el león dijo: “La última parte es para mí, porque me llamo león”. Sin duda esta fábula explica a la perfección el significado del adjetivo “leonino”, al que la RAE otorga el significado de: «Dicho de una condición o contrato: ventajoso para una sola de las partes».