Cuando siete años atrás, en 2010, la Real Academia publicó la última edición de su ‘Ortografía’, los medios de comunicación (e inmediatamente después, el corta-pega ése que tanto nos gusta y tantos peligros entraña…) difundieron el siguiente axioma: la RAE se carga la tilde diacrítica en la palabra solo en su función de adverbio. Y ya se sabe: si lo dicen los medios…, punto en boca.
Sin embargo, en este tiempo, la presunta medida adoptada por la RAE ha demostrado ser un tanto desafortunada, de suerte que los editores de periódicos y también los de libros están volviendo sobre sus pasos y sus afirmaciones; y vuelven a tildar el sólo con significado adverbial.
¿Y qué dirá la RAE en su próxima ‘Ortografía’? Pues quizá lo mismo que ya dijo en la de 2010 y que «quizá» los «medios» interpretaron con irresponsabilidad. Porque, si volvemos a la fuente, lo que realmente dijo la RAE es: «[…] a partir de ahora se podrá prescindir de la tilde incluso en los casos de doble interpretación».
Lo que evidentemente no cuela es quitar y poner la tilde de forma arbitraria, una misma persona en un mismo texto. A eso se le llama falta de ortografía, aquí y en Sebastopol.