Kiko de la Rosa: “Hay que apostar por cosas diferentes. En cuestión de cultura, es muy arriesgado” (1/2)

Kiko de la Rosa, es un promotor de lectura de niños y mayores, director de la Letra “i” y creador de GaLEERía, el único centro cultural privado de Valladolid, que el día 15 de diciembre (2012) cumple un año. Ahora está inmerso en un ciclo de actividades que organiza GaLEERía, durante todo el mes de diciembre, con motivo de ese primer aniversario. Durante años ha participado en iniciativas cuyo fin es acercar libros, personajes e historias de todo el mundo a los más pequeños. También se ha involucrado en eventos culturales internacionales como La Feria Internacional del Libro de Guadalajara, sobre la que hablamos en la segunda parte de la entrevista.

Las instalaciones de GaLEERía son todo color, una gran sala movible que cambia según varían las temáticas o las múltiples actividades que en ella se realizan. Únicamente hay una parte que permanece fija, un apartado dedicado a los cuentos infantiles más significativos de varios países. En este momento las paredes del centro están decoradas con cuadros, puesto que aparte de presentaciones de libros, también deja espacio para dar a conocer la obra de otros artistas. Además, como nos ha contado Kiko de la Rosa, los niños pasan horas mirando una gran pecera en la que habitan varios caballitos de mar, convertidos ya en las mascotas del centro.

En unos días se cumple el primer aniversario de GaLEERía. ¿Qué balance realiza de este año?
Un balance muy positivo. Hemos conseguido que se establezca un concepto nuevo de espacio cultural y de fomento de la lectura que no existía en Valladolid. Hemos realizado la presentación de 17 libros, tenemos un club de lectura, talleres de animación a la lectura para mayores y pequeños, o actividades con juegos para niños. Que poco a poco en un año todo este proyecto vaya funcionando es muy positivo.

Una apuesta novedosa y tan poco corriente en España ¿cómo ha sido acogida por el público?
Realmente bien, porque la gente paga por lo que va a utilizar. Por ejemplo, hay actividades para el fomento de la lectura gratuitas, como presentaciones de libros o talleres de adultos de las que después tienes la opción de comprar o no el libro. O las actividades con un coste, como algunas de las que realizamos para niños, en las que el cliente decide si paga por un determinado taller, por una semana o por un mes, según el uso que vaya a hacer de nuestros servicios. También, por el hecho de venir a GaLEERía el usuario dispone de una serie de libros en préstamo, de la biblioteca, sin coste. Todo esto, en conjunto, no se encuentra en una biblioteca o una librería convencional, así que la acogida ha sido muy buena.

¿Qué objetivos se han cumplido desde que abrió GaLEERía y cuáles se propone conseguir en el futuro del centro?

Se nos han ido de las manos las fiestas infantiles, temáticas, vinculadas a personajes literarios. Por ejemplo, las fiestas piratas con personajes de La isla del tesoro, que han tenido una acogida espectacular. Al igual que la participación de adultos en las actividades que proponemos que han ido muy bien. Sí que es verdad que han sido escasos los talleres de fomento a la lectura específicos en edades jóvenes, a partir de unos 12 años, por lo que como objetivo para este año nos proponemos abarcar más esa franja de edad. Intentaremos hacerlo también a través de las nuevas tecnologías.

¿Resulta más complicado potenciar el gusto por la lectura en niños que en adultos?
No me atrevería a decir más complicado, pero si es más básico. Una hora trabajada en animación a la lectura infantil es más productiva que 5 horas en adultos. Los niños son mucho más exigentes, con lo cual todas las actividades tienen que estar perfectamente preparadas. Si a un niño no le gusta lo que le propones se va a querer ir sin darle otra oportunidad.

¿Cuál es la fórmula para que el niño no se aburra de las actividades de animación a la lectura que proponéis?
La fórmula es muy sencilla, intentamos acercar siempre el libro al niño. En más de una ocasión he dicho que una persona se convierte en lector o lee por placer desde que un libro le ha tocado el corazón realmente. Nosotros lo que intentamos es que el libro, los personajes, la historia, le lleguen al niño. No siempre se consigue, pero es una buena fórmula.

En tiempos de crisis, ¿es una locura, un desafío, o una solución apostar por la cultura?
Todo en conjunto. En tiempos de crisis no nos podemos quedar en casa, hay que apostar por cosas diferentes, buscar las oportunidades. En cuestión de cultura, es muy arriesgado y conlleva un sacrificio enorme, pero todo lo que se intenta sale hacia adelante.

 

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