En las últimas ediciones de la Nueva gramática de la lengua española (2009) y la Ortografía de la lengua española (2010), la RAE y la Asociación de Academias de la Lengua Española dejaron muy claro que el valor fonético (el sonido de la lengua) se consideraba un buen común denominador para los hispanohablantes y que por eso marcaría en muchos casos, a partir de ese momento, la orientación o la dirección de las normas del español.
Así, por ejemplo, aunque en España tendemos a pronunciar guion como palabra bisílaba (gui-ón), la inmensa mayoría de los hispanohablantes la pronuncian como monosílaba (guion). Por eso, se decidió que lo oportuno era considerar guion como monosílaba; razón por la que la palabra ya no lleva tilde.
El mismo principio “inspira” la recomendación de que delante del término e-mail escribamos la conjunción copulativa y en su forma e, porque la inmensa mayoría de los hispanohablantes leen esta palabra inglesa como /iméil/.
Indique teléfono e e-mail.
No olvidemos, por cierto, que en español tenemos el término correo electrónico o simplemente correo (que tiene exactamente la misma extensión que e-mail…). Ahí lo dejo, que diría Millán Astray.