Aunque a menudo se utilicen sin distinción, los verbos calumniar y difamar no significan lo mismo.
Calumniar es atribuir a alguien, con mala intención y sabiendo que la cosa es falsa, actitudes, palabras o actos indignos. Por lo tanto, calumniar es: decir (o escribir) que alguien es, ha dicho o ha hecho algo vergonzoso (malo, digamos), que esa persona no es, no ha dicho y no ha hecho. Y claro, quien calumnia conoce la falsedad de lo que está diciendo (o escribiendo)…
Difamar es difundir una información sobre alguien que haga mella en el crédito, la consideración o el buen nombre de este último.
Cuando calumniamos a alguien terminamos difamándolo. Pero cuando difamamos a alguien, puede que lo estemos calumniando y puede que no.
En la sutilidad está el buen gusto…