Quienes perseveran en utilizar el presunto verbo PREVEER (que, como ya se ha dicho en múltiples ocasiones, NO EXISTE) están abocados a incurrir, antes o después, en el error de decir PREVEYENDO (que, obviamente, TAMPOCO EXISTE) cada vez que intenten materializar su gerundio.
El verbo es PREVER. Su gerundio, PREVIENDO. Y su participio, PREVISTO.
No se puede prever lo que ocurrirá en la reunión.
No se puede preveer lo que ocurrirá en la reunión.
Previendo que seríamos diez, compré de más.
Preveyendo que seríamos diez, compré de más.
Lo que sí existe es PROVEER; cuyo gerundio es PROVEYENDO. Su participio, PROVISTO.
Nunca estuvo bien confundir churras con merinas…