Refrescos lingüísticos: a buenas horas

La moda de transcribir las horas separando horas y minutos mediante “:” es una deformación que procede de la popularización de los relojes digitales (que mira que son… feos). Esta costumbre es permisible cuando lo que estamos transcribiendo es una tabla o un cuadro con un horario, pero no cuando la hora en cuestión se inserta dentro del texto de una invitación, unas instrucciones, una noticia, etc. Y mucho menos en un texto literario, donde deberíamos transcribir la hora con letras.

 

Esos inoportunos “:” es preferible sustituirlos por “.”. ¡Ojo!: por “.”, no por “,” (que separa sólo enteros, de decimales; y los minutos, como es sabido, no son los decimales de las horas enteras…).

 

P.D. La “h” de horas NO es una abreviatura, sino un símbolo; de ahí que no lleve “.” detrás.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio