Tradicionalmente, uno de los cometidos básicos de los maestros ha sido el de corregir y enmendar la “plana” de papel en la que los niños hacen su tarea. Porque para la RAE, “plana” es (entre otras acepciones) el “escrito que hacen los niños en una cara del papel en que aprenden a escribir”. De ahí habría derivado, en su día, la expresión “enmendar la plana” que, con este mismo significado, no tardaremos en sustituir por “enmendar la tablet“.
Es broma! En nuestros días “enmendar la plana” continúa siendo una expresión con toda la vigencia, pero para referirnos a la corrección de cualquier tipo de error, no sólo escolar.