En la antigua Roma existió un instrumento de tortura llamado tripalium, formado por tres estacas a las que se amarraba al reo. De este sustantivo habría derivado, en el latín popular, el verbo tripaliare, para designar la acción de atormentar o torturar con el tripalium.
Y de tripaliare, trabajar. ¿Otro tormento, quizás?, ¿psicológico?, ¿físico? En su Diccionario, la RAE registra que el significado de “trabajar” es “ocuparse de cualquier actividad física o intelectual”.