Nací en Salobralejo, un pueblo de la provincia Ávila, pero el destino quiso que conociera a Miguel Delibes (por desgracia, sólo como autor, no en persona) en el año 1973, a mi llegada a Terrassa (Barcelona). Fue al tener que leer (para una clase de literatura en el Instituto Investigador Blanxart de Terrassa) su obra El Camino. ¡Aquella historia parecía hecha a mi medida! Los personajes, el lugar, el ambiente, la trama, el lenguaje, el paisaje castellano, todos me eran familiares. Tal vez de ahí viene mi apego al mundo rural. Desde el primer momento me sentí especialmente atraído por el “maestro” Miguel Delibes y comencé a leer todas sus obras. […]
Sobre mi novela costumbrista El joyero de Carla […], Maudy Ventosa hizo una reseña en la que destacaba la influencia del maestro don Miguel Delibes en mi estilo literario: ”La historia se desarrolla en un pueblo pobre de la provincia de Ávila, un pueblo de labradores y ganaderos donde las tierras son de unos pocos y son muchos los que malviven trabajándolas de sol a sol a merced de las inclemencias del tiempo. Es la Castilla de Delibes, de Los Santos Inocentes; del sufrimiento y del silencio ante las injusticias…, de los lobos que bajan de la sierra, que matan y destrozan el ganado. De los señoritos poderosos y soberbios; de las mujeres que lloran en silencio…”