Eduardo Rodríguez nos cuenta cómo conoció a Delibes
Pues le admiraba desde hace años. Lector de su obra en mi Sevilla natal, admiraba sus libros ajenos al mundo de la caza y en especial, Mi idolatrado hijo Sisí, […]
Pues le admiraba desde hace años. Lector de su obra en mi Sevilla natal, admiraba sus libros ajenos al mundo de la caza y en especial, Mi idolatrado hijo Sisí, […]
[…] Cuando tenía trece o catorce años, en el colegio nos mandaron leer un libro titulado Mi idolatrado hijo Sisí. Estaba escrito por un tal Miguel Delibes, del que yo
Buenas tardes. A D. Miguel, además de verle en alguna ocasión paseando por la zona de El Campo Grande, en el año 1985 participé en la renovación del padrón de
Conocí a Delibes siendo un niño, desde una perspectiva cuando menos curiosa: “desde las alturas”. Mi madre y mi tía Pilar esperaban que mi padre y sus amigos, después de
Nací en septiembre de 1936, recién comenzada aquella sinrazón. En 1951, con 15 años, entré a trabajar en la encuadernación de Miñón S.A., en la c/ Montero Calvó, en la
Soy arqueólogo. En 1989, con la compra de un avión ultraligero (ULM) inicie mis trabajos de arqueología aérea. Con Germán Delibes comencé a colaborar en algún yacimiento arqueológico. Miguel se
Apenas era una niña ilusionada en la lectura y en escribir versos. A quien yo llamaba abuelo, era conocedor de poetas, escritores y gentes de letras. A través de él
[…] Mi contacto con él fue fugaz, si bien en más de una ocasión le vi pasear por la calle de Gamazo y por la Acera de Recoletos […]. Hace
Mis mayores recuerdos sobre Miguel Delibes son de 1946. Yo tenía 17 años y estudiaba en la Escuela de Comercio de Valladolid. Miguel era un gran fumador, igual que yo,
Me decido a escribir estas líneas a petición de mi querida amiga Soledad Arribas, madrina de mi hija Sole. Ella sabe de mi admiración por Miguel Delibes. Tengo en mi librería